Octavo Día


Señor, Dios nuestro, tú que has querido que el Santo Obispo se entregara a todos generosamente para la salvación de los hombres concédenos a ejemplo suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Te rogamos que por su intercesión nos alcances la gracia de hacernos ver el sentido pleno de nuestra vocación  de comunicadores y el valor de trabajar para cultivar nuestra manera de comunicarnos.
Danos, pues, conocimiento de nosotros mismos, capacidad de diálogo, tolerancia y respeto por el otro para que en  justicia y caridad hagamos un mundo habitable para todos.
Amén

1 comentario:

  1. "Solamente la libertad que se somete a la Verdad conduce a la persona humana a su verdadero bien. El bien de la persona consiste en estar en la Verdad y en realizar la Verdad".
    JP II

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