Para reflexionar

Debo haceros una pequeña confidencia: no hay persona en el mundo que tenga un corazón más tierno y afectuoso para sus amigos, que yo, ni que sienta más las separaciones. Sin embargo, tento en tan poco la vanidad de esta vida nuestra, que nunca me vuelvo a Dios con mayor amor que cuando me hiere o permite que me hieran. Hija mía, dirijamos nuestro pensamiento hacia el cielo y nos libraremos de los accidentes de la tierra."

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